hOla!! Sé que el capítulo de ayer era corto así que he hecho un grandisimo esfuerzo para poder escribir el siguiente...lo hice en la clase de ingles...XDXD Ke lo disfruteis!!
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-Edward sé que estas mintiendo y que este tema te incómoda, pero tenemos que hablar.-contesté muy seria.
-¿Y de que quieres que hablemos?-preguntó sin mirarme, con la vista en el suelo.
-Primero quiero que me mires.-dije mientras agarraba su rostro y le obligaba a mirarme.-Segundo, acuestate a mi lado.-hizo lo que le dije y proseguí.- Y tercero, hablaremos de porqué no puedes verme desnuda.-cuando dije la última palabra me miró incrédulo.
-Bella, si crees que es porque tu piensas que yo creo que tu eres poco bonita, te aseguro que no es por eso.-dijo muy seguro.
-Entonces, ¿por que Edward?
-¿Por que? ¿Que?
-No te hasgas el tonto. Cuando nos besamos tu te alejas enseguida, no quieres verme desnuda y no hablemos sobre sexo. ¿Por que haces todo eso? ¿Ya no me quieres? ¿O quieres a otra?-Edward me miraba muy sorprendido. Luego, cogió mi rostro entre sus dos manos y dijo:
-Te amo demasiado. Claro que no hay otra persona. Es solo que... podría fallar.
-¿Fallar?
-Si, fallar. Puedo coger tus manos y aplastarlas si me descuido.-dijo con dolor en sus ojos. Con sus manos cogió una de las mias y empezó a acariciarlas muy suave.-Podría fallar.-me dolía verlo así pero necesitaba saber. Así que lancé una pregunta sin pensar.
-¿Me deseas?-él, al instante, me miró a los ojos con dulzura.
-Demasiado para tu bien estar.-hizo una pausa y siguió.-Eres lo más importante que hay en mi vida y quiero hacer las cosas bien.-¿Bien? ¿A que se refería?
-¿Bien? No entiendo.-suspiró, parecía que tuviese un enfrentamiento en su cabeza.
-Puedes confiar en mi.-susurré.
-Lo se.-se limitó a contestar.
Pasaron los minutos y el silencio era incómodo. Él seguía acariciando mi mano, poniendo mucho cuidado en no apretar demasiado. Yo le miraba fijamente hasta que me percaté de que empezaba a sonreír.
-¿Por que...?-no me dejó terminar presionó, suavemente, sus labios contra los mios, y él, luego, los abrió levemente. Su sabor era un manjar para mi. Nos moviamos al compás. Estábamos acostados, pero casi no podía llegar a su boca así que me puse encima suya. Tuve que separarme para poder respirar. Edward lo notó pero sus labios empezaron a bajar por mi cuello. Empezó a hacer un recorrido bajando y subiendo por mi cuello. Al tercer recorrido se paró y me miró a los ojos.
-No puedo.-susurró muy cerca de mi boca. Quería darle espacio, así que me senté de nuevo en la cama. En el segundo que miré a la ventana, él ya no estaba. Sonreí y salí de la habitación. Salí del hotel y lo encontré en un banco sntado mirando al suelo. Me acerqué silenciosamente, pero seguro que me escuchó cuando me senté.
-Bella...yo...-pero le interrumpí, no quería que se disculpara.
-Edward solo dos palabras: Simplemente mágnifico.-susurré. Él me miró y sonrió, después me abrazó.
miércoles, 24 de febrero de 2010
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ESTUVO DIVINO EDWARD ES UN ROMANTICO LO AMO!!!!!! JAJAJA
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